martes, 6 de mayo de 2008

FOIGRAS

Hoy, fui a comprar, como cada sábado por la mañana, hoy aparqué el coche en el gran centro comercial, mucha gente, muchos coches, mucho agobio, muchas cosas que hacer y poco tiempo.

Me acerco a la entrada y mucha policía (como diría Sabina), mucha, mucha policía. Uniformes azules con un estruendoso amarillo limón en el dorso y en la espalda, los dejo atrás, y yo a lo mío, cojo un carrito, el mío, es el mío porque siempre cojo el mismo, es el que se tuerce a la izquierda (como Gallardón ),aunque algunas veces se tuerce a la derecha(como Bono), mi carro siempre se tuerce, mi carro siempre me espera, creo que lleva un cartel invisible en el que dice (no coger, que ya viene el “insignificante”), siempre es el mismo, yo intento coger otro pero no puedo, creo que estoy unido a él emocionalmente.

Continuo, un paquete de esto, un kilo de lo otro, cervezas leche,. . . ¡leches! más policía, ¿Qué harán en el pasillo del pan de molde?, un cuerpo tendido en el suelo, parece una señora, ¿Por qué no la atienden?, ahora se acercan los de la ambulancia, niegan con la cabeza, la chica que está a mi lado llora, un padre tira de su hijo, tapan la entrada al pasillo con carros, dicen que andemos, empiezo a comprender, siempre has sido un poco lento, en realidad no te enteras de nada, nunca te enteras.

--¡Raúl!, ¿Qué haces vestido de municipal?--, ves como no te enteras, ¿no será que es municipal?.

-- ¿Qué pasó?, ¿Se calló la señora?, ¿ Se ha hecho mucho?—Pregunto mientras busco con la mirada el foigras.

--Llevo tres este mes; ayer, no fuiste al gimnasio—Dice Raúl mientras le da dos paquetes de Krispis a una señora que se los pide con apremio.

--¿Tres?, no estará. . .-- ¡pues claro, es que no te enteras!.

¿Como es posible que haya una señora muerta en el pasillo y que el mundo no se pare como se paró para ella?,¿ cómo es posible, ¿que esta “dama” este pidiendo Krispis al lado de esta señora?, ¿qué tiene que pasar, para que cierren el centro comercial?, ¿Cómo podemos seguir pensando en el foigras, mientras alguien tan cerca de nosotros ha dejado de existir?, ¿Cómo?, ¿Cómo?, ¿Cómo puedo hacer gracietas, mientras no dejo de pensar en ella?.

Sencillo, eres un insignificante, esa señora era insignificante, estos mediocres que me rodean llenando sus carros rápidamente, son insignificantes , todos somos insignificantes, dejo el carro me da igual el euro, camino cabizbajo hacia la salida, mientras noto mis ojos húmedos, y una presión en el pecho, decididamente este centro ha perdido un cliente y el mundo ha ganado un insignificante por partida doble.

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